Las ventanas de las puertas traseras de los automóviles, son los vidrios que más rompen los ladrones, al momento de perpetrar un hurto.
Son elegidas por su área más pequeña, y porque usualmente los pasajeros dejan objetos de valor con mayor regularidad, en la silla trasera de los carros.
Son las ventanas ubicadas en las puertas traseras de un vehículo. Estos vidrios suelen ser más pequeños que los vidrios de las puertas delanteras y se deslizan hacia abajo o se abren hacia afuera para permitir la entrada de aire fresco en el interior del vehículo. Algunos vehículos más modernos también pueden tener vidrios traseros que son fijos, es decir, que no se pueden abrir o deslizar.
Por lo general, los vidrios de las puertas traseras son más pequeños que los de las puertas delanteras. Igualmente los vidrios de las puertas delanteras suelen tener una forma más angular y alargada, mientras que los de las puertas traseras pueden ser más cuadrados o tener una forma más compacta. En cuanto a funcionalidad, los vidrios de las puertas delanteras son eléctricos y se controlan mediante un interruptor. Esto permite subir y bajar los vidrios con facilidad. En cambio, los vidrios de las puertas traseras pueden ser eléctricos o manuales, dependiendo del diseño del vehículo. Algunos vehículos más antiguos aún tienen vidrios traseros que se deslizan hacia abajo o se abren manualmente.
La facilidad o dificultad para conseguir un vidrio de una puerta trasera de un carro puede depender de varios factores, como la marca y el modelo del vehículo, la disponibilidad de piezas de repuesto en el mercado y la ubicación, debido a que si está lejos de una ciudad principal, es mucho más difícil de conseguir.
La mayor probabilidad de daño es por colisión. Adicional puede rayarse o astillarse por escombros de la vía o por un acto de vandalismo o robo.
Generalmente, no es posible. Los vidrios de las puertas traseras suelen ser vidrios templados, que son más fuertes y resistentes a las roturas que el vidrio laminado. Sin embargo, cuando se rompen, se fragmentan en pequeños trozos sin bordes afilados, lo que minimiza el riesgo de lesiones. La única opción es reemplazarlos.
Normalmente toma alrededor de 1 a 2 horas para que un técnico calificado en vidrios automotrices reemplace una pieza de vidrio de la puerta trasera.
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